Este 15 de noviembre se cumplen cuatro años de la masacre de Sacaba, donde 11 personas perdieron la vida en medio de una operación militar-policial dispuesta por Jeanine Añez. El presidente Luis Arce rindió homenaje a los mártires de esa masacre y advirtió que la “historia no perdonará a quienes negocien con la lucha del pueblo”.
“Jamás olvidaremos ni traicionaremos la sangre derramada de nuestros mártires de Sacaba, donde 11 hermanos fueron masacrados por defender de la democracia, como hoy hace cuatro años, el 15 de noviembre de 2019”, recordó sobre esos hechos que se repitieron días después, el 19 de noviembre, en Senkata, donde 10 personas perdieron la vida.
“La historia no perdonará a quienes negocien con la lucha del pueblo”. “¡Honor y gloria a los caídos de Sacaba!”, expresó en un post en redes sociales.
Como no había pasado, los senadores que responden al expresidente Evo Morales firmaron un acuerdo de nueve puntos con las opositoras Creemos y Comunidad Ciudadana (CC), donde se habla de “presos políticos”. El pacto posibilitó que Andrónico Rodríguez sea reelegido por cuarta vez consecutiva presidente del Senado y en el rechazo al proyecto de ley de Presupuesto Reformulado 2023.
Luego que Añez se autodeclarara presidenta del Senado y proclamara presidenta de Bolivia, se puso en marcha el plan Sebastián Pagador para aplacar las protestas sociales en contra de su autoproclamación.
El 15 de noviembre de 2019, una marcha convocada por la Coordinadora de las Seis Federaciones del Trópico con destino a la plaza principal de Cochabamba fue reprimida por fuerzas combinadas de la Policía y de las Fuerzas Armadas.
Lo hicieron horas después que el gabinete del gobierno de facto aprobara el Decreto Supremo 4078 o “decreto de la muerte”, que liberó de responsabilidad penal a los agentes policiales y militares por sus acciones en lo que consideraron restablecimiento del orden público.
El hecho ocurrió en el acceso al puente Huayllani (km 10 de la avenida). Además de policías y militares actuaron en las operaciones una patrulla de satinadores (tropa de élite del Ejército) y dos equipos de control antidisturbios (ECA) de la Séptima División del Ejército.
“Producto de la represión, el día 15 fallecieron nueve personas por disparos de armas de fuego. Una víctima resultó gravemente herida y falleció el 11 de junio de 2020, a consecuencia de traumatismo craneoencefálico abierto por proyectil de arma de fuego”, señala el informe del Grupo Internacional de Expertos Independientes (GIEI) que investigó los hechos de violencia y muerte de 2019.
Las autoridades inicialmente negaron responsabilidad respecto de los hechos. Por ejemplo, el exministro de Gobierno Arturo Murillo, hoy detenido en una cárcel de Estados Unidos por corrupción, se refirió a los hechos al día siguiente y señaló que los disparos que provocaron la muerte de personas y decenas de heridos habrían provenido de los mismos manifestantes.
Denunció a la prensa que tenía videos que demostraban que personas fallecidas tenían heridas de bala en la nuca, agregando: “¿Cómo han podido recibir un tiro ahí?, ¿el compañero de atrás le disparó? Lo que decían: hagamos daño y les echamos la culpa a ellos. Aquí hay una mente macabra que está detrás y todos sabemos quién es […]. Ya estaban los ataúdes listos y los letreros también”.
No obstante, el GIEI, luego de la investigación, concluyó que “no hay evidencia de que los manifestantes hayan disparado entre sí o contra las fuerzas de seguridad”.
Por estos hechos está en marcha una investigación contra Añez y los mandos militares. Un juzgado en Sacaba se declaró incompetente para enjuiciar a la exsenadora por lo ocurrido en Sacaba, lo que fue cuestionado por el Gobierno y la Fiscalía. // ABI