El Comité Cívico pro Santa Cruz volvió este viernes a movilizar a su grupo parapolicial de la Unión Juvenil Cruceñista (UCJ) para imponer por la fuerza su paro, en apoyo al imputado por terrorismo Luis Fernando Camacho.
La asamblea de los cívicos había determinado el jueves “vigilias pacíficas” de entidades estatales; hecho que se concretó en un primer asalto y quema de la Agencia Distrital I-Santa Cruz I, del Servicio de Impuestos Nacionales (SIN), ubicada entre las avenidas Sexto Anillo y Cañada Pailitas de la zona Plan Tres Mil, la interrupción de agencias del Banco Unión y, nuevamente, intento, por segunda vez, de toma del Comando de la Policía Departamental.
Las acciones violentas, que son una réplica de la oleada de quemas del miércoles de la Fiscalía, la casa del ministro Édgar Montaño, la toma de los aeropuertos de Vivu Viru y El Trompillo, y de otras oficinas, amenazaban con extenderse al municipio de San Ignacio de Velasco.
El presidente del Comité Cívico, Rómulo Calvo, había anunciado que el paro del viernes transcurriría de manera pacífica y que los destrozos ocasionados eran de “vándalos” contratados por el gobierno y, por tanto, se trataba de autoatentados.
Las violentas acciones fueron anunciadas a la medianoche del viernes, al pie del monumento del “Cristo Redentor”, con el pretexto de lograr la “libertad” del “secuestrado” Camacho Vaca, encarcelado en Chonchocoro de La Paz.
En coincidencia, los obispos de la Conferencia Episcopal Boliviana difundieron un pronunciamiento político en el que expresaron que el gobernador Luis Fernando Camacho fue “secuestrado” y con peligro de perder su vida; además, que, en noviembre de 2019, hubo “levantamiento pacífico” no un golpe tramado.
De acuerdo con reportes de prensa, el paro cívico no tenía el efecto esperado. Los barrios y mercados populares trabajaron de manera regular, sorteando las “rotondas de bloqueo” vigiladas por sujetos armados de objetos contundentes y explosivos.
El alcalde de San Miguel de Velasco y vicepresidente de Amdecruz (Asociación de Municipalidades de Santa Cruz), Pedro Damián Dorado, declaró que el “paro cívico no es pues un paro, todo es a la fuerza, con garrote, con amenazas de muerte, con violencia, y varios alcaldes del Movimiento Al Socialismo están siendo perseguidos, hostigados, amenazados en este momento como represalia a la aprehensión de Luis Fernando Camacho”.
“No hemos acatado el paro porque el Comité pro Santa Cruz, no representa al pueblo cruceño y nuestra estructura obedece a un nivel de gobierno y no podemos estar obedeciendo a órdenes e instrucciones de grupos de choque”.
El alcalde Dorado denunció que grupos irregulares, enviados por Rómulo Calvo, se concentran por las cercanías del edificio municipal con la clara intención de desatar violencia como en la capital de Santa Cruz.
//Agencia Boliviana de Información