Definidos como la piedra angular para la democracia participativa, por sus altos índices de participación en cualquier decisión tomada dentro del territorio gobernado, los cabildos marcaron la historia boliviana. Pasando por la revolución de 1952, la lucha por la distribución de las regalías del petróleo, la Resistencia Indígena y Popular en la década de los 90 y octubre de 2003, entre otras tantas.
El procurador general del Estado, Cesar Siles, destacó el primer informe de la Mesa de Seguimiento a la Implementación de las Recomendaciones del GIEI - Bolivia (MESEG - Bolivia), de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y lo calificó como “sustancialmente positivo”, porque se muestra que en un año el Estado boliviano avanzó en un 90%.