El presidente Luis Arce Catacora conmemoró el Día del Mar planteando seis desafíos para reencaminar la relación con Chile para dejar atrás las heridas del pasado y encarar un nuevo tiempo de acercamiento bilateral.
“En esta fecha tan significativa, hago referencia a seis desafíos que se nos presentan a ambos países, para dejar atrás las heridas del pasado y encarar un nuevo tiempo de acercamiento bilateral, beneficioso para nuestros pueblos y toda la región”, indicó durante su discurso.
El primer desafío llama a un diálogo sobre la condición de Bolivia como país sin litoral, mientras que el segundo consiste en aprovechar todas las potencialidades que ofrece el Oleoducto Sica Sica-Arica, cuya construcción fue acordada con Chile en 1957.
El tercer desafío es la habilitación del Puerto de Iquique debido a que los puertos de Arica y Antofagasta que fueron habilitados para el comercio boliviano en el Tratado de 1904, a la fecha no abastecen a las necesidades comerciales; en tanto que el cuarto plantea mejorar las condiciones del libre tránsito de Bolivia al mar para alcanzar una óptima implementación del régimen de libre tránsito reconocido a Bolivia.
El quinto desafío es la preservación y gestión sustentable de los recursos hídricos compartidos. A lo largo de la frontera común; para finalizar con el sexto que llama a contribuir en clave geopolítica a la integración latinoamericana mediante un diálogo sincero y con voluntad política para resolver los puntos anteriormente señalados, lo que sería el aporte de Bolivia y Chile para resolver la agenda pendiente de América Latina y el Caribe desde el siglo XIX.
Lo anterior no solo incluiría el acceso soberano de Bolivia a las costas del Pacífico, sino también la efectiva independencia de Puerto Rico, la devolución de la base de Guantánamo a Cuba y el retorno de las Malvinas a Argentina.
El jefe de Estado manifestó también que para alcanzar esos desafíos Bolivia propone abrir los caminos de encuentro con Chile, en el marco de la diplomacia de los pueblos, debido a que son países vecinos que a lo largo de los años fueron formando lazos de amistad, complementariedad, reciprocidad y solidaridad.
“No se puede ir en una dirección opuesta y se dará la importancia que corresponda al intercambio y convivencia armónica entre los pueblos de ambos países, fortaleciendo los lazos que los unen por encima de aquello que los divide”, expresó.
“Bolivia tiene la voluntad de cerrar las heridas del pasado a través de una negociación significativa con Chile, sobre las condiciones de enclaustramiento de Bolivia. Hoy más que nunca, la unidad de la Patria Grande, desde el Río Bravo hasta la Patagonia, es un imperativo de vida”, puntualizó Arce.
El 23 de marzo de cada año recordamos una fecha histórica para #Bolivia, en la que conmemoramos un acontecimiento que marcó profundamente la memoria y sentimiento de la población de nuestro país, y que se mantiene como uno de los puntos irrenunciables de la agenda pendiente de… pic.twitter.com/la1skW6xos
— Luis Alberto Arce Catacora (Lucho Arce) (@LuchoXBolivia) March 22, 2024
Indicó también que, sin integración, sin unidad, ni pactos y convenios de recíproco interés, ambos países continuarán a la deriva de los vientos que lanzan las potencias hegemónicas interesadas en la materia prima que producen tanto Bolivia como Chile.
Remarcó que Bolivia nunca fue un país que invadió a nadie, ni se apropió de ningún territorio ajeno, es un país de paz y de esperanza que “renueva su convicción de alcanzar un justo reencuentro que nos abra las puertas al Océano Pacífico”. // Viceministerio de Comunicación