El Tribunal Supremo del Reino Unido dictaminó el miércoles que la ley británica define a una mujer como alguien que nació biológicamente de sexo femenino. Esto quiere decir que las trans ―aunque cuenten con certificado de reconocimiento de su género― no cumplen la definición de mujer en las leyes de igualdad. La decisión no tiene precedentes y es recibida con consternación por quienes defienden la igualdad, pero celebrada por el gobierno por aportar claridad.
El término mujer está definido en la ley por el sexo biológico. Así lo dictaminaron los cinco jueces del Tribunal Supremo británico, máxima instancia judicial. Con esta claridad, el miércoles, 16 de abril, se pone fin a una controversia que llevaba varios años.
"La decisión unánime de este tribunal es que los términos mujer y sexo en la Ley de Igualdad de 2010 se refieren a una mujer biológica y al sexo biológico", declaró el vicepresidente del Tribunal Supremo, Patrick Hodge.
La duda surgía porque, mientras el Ejecutivo de Edimburgo sostenía que las personas trans con un Certificado de Reconocimiento de Género (CRG) tenían derecho a las protecciones y beneficios legales asociados al sexo —incluida la protección contra la discriminación como mujeres, según la Ley de Igualdad británica—, la organización 'For Women Scotland', promotora de la demanda, argumentaba que esos derechos debían aplicarse únicamente a quienes nacen mujeres.
Luego de una batalla legal, que duró varios años, clubes deportivos o escuelas, con espacios diferenciados por sexo, como los vestuarios, tienen una instrucción clara. De hecho, el Gobierno laborista británico consideró que el dictamen aporta “claridad” sobre los espacios diferenciados por sexo, como centros para víctimas de agresión sexual o de violencia doméstica.
"Siempre hemos apoyado la protección de los espacios diferenciados por sexo en función del sexo biológico. El fallo del Tribunal Supremo sobre la definición de mujer en la Ley de Igualdad aporta claridad y confianza a las mujeres y a los proveedores de servicios como hospitales, albergues y clubes deportivos", añadió.
"Los espacios diferenciados por sexo están protegidos por ley y siempre lo estarán con este Gobierno", resaltó.
La decisión no debe ser vista como un triunfo para una u otra parte, dado que la ley de Igualdad del año 2010 otorga a las personas transgénero protección contra la discriminación, puntualizaron los magistrados en el dictamen compuesto por 88 folios.
¿Dónde comenzó este debate?
Todo inició con una querella por parte de esa organización activista contra la decisión del Ejecutivo escocés de incluir en una ley de 2018 a las mujeres trans en la cuota para igualar los puestos públicos entre mujeres y hombres, es decir, para aumentar la proporción de mujeres en las juntas directivas del sector público.
Las directrices establecían que una mujer trans, con un certificado de reconocimiento de género, era legalmente una mujer. For Women Scotland, respaldada por grupos de derechos de las lesbianas, había impugnado dicha ley, argumentando que su redefinición de mujer excedía las competencias del parlamento.
"Nuestra postura es que el sexo, ya sea hombre, mujer, niña o niño, está determinado desde la concepción en el útero, incluso antes del nacimiento, por el propio cuerpo... Es una expresión de la realidad corporal. Es un estado biológico inmutable", dijo en su momento el abogado Aidan O'Neill.
Sin embargo, las autoridades escocesas emitieron en 2022 una nueva guía que establecía que la definición de mujer incluía a cualquier persona con un certificado de reconocimiento de género.
Hasta que, en 2024, For Women Scotland obtuvo autorización para llevar su caso ante el Tribunal Supremo, que acaba de fallar a su favor.
La explicación legal ofrecida en el fallo del miércoles establece que una persona trans con un Certificado de Reconocimiento de Género (CRG) en el género femenino no se incluye dentro de la definición de 'mujer' según la Ley de Igualdad de 2010. Por lo tanto, la posición jurídica del Gobierno escocés fue considerada “incorrecta”.
El ministro principal de Escocia, John Swinney, dijo hoy que su Gobierno "acepta el fallo del Tribunal Supremo" sobre la definición legal de mujer y analizará sus efectos en la normativa escocesa.
Susan Smith, integrante de For Women Scotland, a las puertas del Supremo, en el centro de Londres, dijo que "los políticos deben comprender que esto es la ley".
"Tienen que dejar de implementar directrices erróneas en escuelas y hospitales. Ahora tenemos una base realmente sólida para seguir adelante", declaró.
Y la líder del Partido Conservador británico (en la oposición), Kemi Badenoch, recibió con satisfacción el dictamen al afirmar que "decir que 'las mujeres trans son mujeres' nunca fue cierto en la práctica, y ahora tampoco lo es en la ley".
"Esta es una victoria para todas las mujeres que sufrieron abusos personales o perdieron sus trabajos por decir lo obvio. Las mujeres son mujeres y los hombres son hombres: no se puede cambiar el sexo biológico. La era de Keir Starmer (primer ministro) diciéndonos que las mujeres pueden tener pene ha llegado a su fin. ¡Bien hecho, 'For Women Scotland'!", resaltó.
También celebró el dictamen el organismo supervisor de la igualdad en el Reino Unido, la llamada Comisión de Igualdad y Derechos Humanos (EHRC, en inglés). Afirmó que un certificado trans no cambia el sexo legal de una persona a efectos de la Ley de Igualdad.
J.K. Rowling, autora de Harry Potter y destacada activista crítica con las cuestiones de género, se sumó a quienes están a favor de la decisión.
"Se necesitaron tres mujeres escocesas extraordinarias y tenaces con un gran apoyo para que este caso llegara a la Corte Suprema y, al ganar, protegieron los derechos de las mujeres y las niñas en todo el Reino Unido", declaró Rowling en X.
¿Qué posición tiene el colectivo LGBTIQ+?
Los derechos de las personas transgénero se han vuelto un tema profundamente politizado. Algunos sectores acusan a la derecha conservadora de instrumentalizar la política de identidad para atacar a minorías, mientras que otros sostienen que el respaldo liberal a la causa trans ha puesto en riesgo los derechos de las mujeres nacidas biológicamente como tales.
Los activistas transgénero afirman que excluirlas podría conllevar discriminación, especialmente en cuestiones laborales.
Quienes se oponen al fallo del miércoles afirman que excluir a las personas transgénero de las protecciones contra la discriminación sexual entraba en conflicto con las leyes de derechos humanos. Incluso, Amnistía Internacional presentó un escrito ante el tribunal expresando su preocupación por el deterioro de los derechos de las personas trans en el Reino Unido y en el extranjero.
“Una política general de exclusión de las mujeres trans de los servicios diferenciados por sexo no es un medio proporcionado para lograr un objetivo legítimo”, declaró la organización de derechos humanos.
Las amplias implicaciones del fallo también despiertan preocupación para Simon Blake, director de la organización Stonewall, que defiende los derechos del colectivo LGBTIQ+.
"Este es un fallo profundamente preocupante para los derechos humanos y un duro golpe para algunas de las personas más marginadas de nuestra sociedad", declaró Maggie Chapman, del Partido Verde Escocés.
"Podría eliminar importantes protecciones y dejará a muchas personas trans y a sus seres queridos profundamente ansiosos y preocupados por cómo se verán afectadas sus vidas y por lo que vendrá después", dijo.
Expertos legales afirmaron que el fallo demuestra que la legislación sobre igualdad podría necesitar una actualización urgente para garantizar la protección de las personas trans.
"A corto plazo, este fallo tiene el poder de crear más división y aumentar las tensiones", declaró Phillip Pepper, socio laboral del bufete Shakespeare Martineau.
France24/RPN