La nacionalización de los hidrocarburos abrió el camino para que Bolivia pueda convertirse en un país industrializador, generando valor agregado al gas mediante la producción de gas licuado de petróleo (GLP) y la urea, según datos del ministerio del área.
Con la nacionalización de los hidrocarburos, que hasta 2005 estaban en poder de empresas transnacionales, se tuvo un impacto positivo en la economía boliviana, reflejado en un crecimiento económico histórico para el país y en el desarrollo hacia la industrialización, de acuerdo con información de esta cartera de Estado.
“Hasta 2012 éramos un país importador de GLP. Sin embargo, Bolivia comenzó a tener mayores recursos y a fortalecer su economía gracias al pilar de la nacionalización. Esto nos permitió construir las plantas de Río Grande y Gran Chaco. Hemos ido incrementando nuestra producción y nuestros ingresos, de tal modo que en 2021, pese a que veníamos de un golpe de Estado, triplicamos nuestros esfuerzos y conseguimos batir récords consiguiendo una producción de 426.738,4 toneladas métricas (TM) que se comercializaron por 140,4 millones de dólares en los mercados interno y externo”, señaló el ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, en un balance que hizo en 2022, al cumplirse 16 años de la nacionalización.
Ahora, cumplidos los 17 años de la nacionalización de 2006, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) informó que en una década de operación de la Planta de Separación de Líquidos Río Grande (desde el 24 de agosto de 2013 hasta el 31 de agosto de 2023) produjo más de 1,12 millones de toneladas métricas (TM) de GLP destinadas al mercado interno. El excedente se envió al mercado externo. El volumen le permitió facturar más de $us 424 millones.
En el caso de la Planta de Separación de Líquidos Carlos Villegas Quiroga, la estatal petrolera reportó que en ocho años de operación (desde el 24 de agosto de 2015 hasta junio de este año) produjo un volumen acumulado superior a 1,9 millones de TM de GLP.
Hidrocarburos destacó también la Planta de Amoniaco y Urea (PAU), que entró en operaciones en 2017 y que “se constituye en el estandarte de la industrialización del gas, y es de gran importancia por los ingresos que genera y por su contribución al agro nacional”.
Redes de gas.
Hidrocarburos resaltó además que la nacionalización permitió incrementar los ingresos para Bolivia y generar la política de redistribución de la riqueza.
En ese marco se ejecutan obras que amplían el uso del gas en favor de las familias bolivianas a través de redes domiciliarias.
YPFB recordó que, desde 2006, con proyección a concluir este año, el total de instalaciones de gas será de 1.166.560, y se beneficiará a más de 5,8 millones de bolivianos.
Renta petrolera
Según el reporte de Hidrocarburos a 2022, Bolivia recibió alrededor de $us 50.000 millones por concepto de renta petrolera, en 16 años, gracias a la nacionalización de los hidrocarburos y sentó soberanía sobre sus recursos naturales.
Durante las privatizaciones, en la época neoliberal, las empresas privadas se llevaban la mayor parte de los ingresos por la venta de gas a Argentina y Brasil, por lo que Bolivia se quedaba solo con el 18%. Desde el 1 de mayo de 2006, con el Decreto Héroes del Chaco para la nacionalización de los hidrocarburos, se comenzó a escribir una nueva historia para el desarrollo del país, y el porcentaje de ingresos para Bolivia se incrementó a 82%.
“Después de 16 años, los resultados de la nacionalización son visibles. El país ha percibido por concepto de renta petrolera alrededor de $us 50.000 millones. Estos ingresos permitieron ejecutar proyectos de salud, educación y de otros sectores, además posibilitaron financiar programas y bonos sociales como la Renta Dignidad, el Bono Juancito Pinto, el Bono Juana Azurduy y otros que se enmarcan en la política social de distribución de la riqueza”, expresó el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, en esa oportunidad.
Las universidades y los gobiernos departamentales y municipales también se fortalecieron con la redistribución del ingreso proveniente de la renta, ya que, además de regalías, la Ley de Hidrocarburos 3058 y el decreto encaminaron la creación del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), que beneficia a las regiones productoras, destacó la cartera estatal del área. // Ahora El Pueblo