Al primer bimestre de 2023, Bolivia logró una inflación acumulada negativa del 0,11%, con lo que ratifica que mantiene su estabilidad económica y desmiente a opinadores que emiten “malos presagios” al respecto, así lo afirmó el ministro de Planificación del Desarrollo, Sergio Cusicanqui.
En conferencia de prensa dictada este viernes, la autoridad gubernamental indicó que en el país la inflación llegó a cifras negativas, pues a febrero alcanzó a -0,44% y al primer bimestre (enero y febrero) la acumulada fue de - 0,11%.
“A pesar de ataques especulativos, de los malos presagios de muchos analistas y opinadores en el ámbito económico, los datos reflejan y ratifican el mantenimiento de la estabilidad en la economía boliviana”, afirmó.
Explicó que en febrero se registró una variación negativa en productos como la carne de pollo (15,28%), el tomate (28,04%), el transporte interdepartamental en ómnibus o flota (12,31%), la carne de res sin hueso (0,7%), la cebolla (2,86%) y el haba verde (7,06%).
“Los productos de carne de pollo y carne de res sin hueso han dejado atrás esos ataques especulativos, han tomado su comportamiento regular en los mercados y a eso se explica esa variación negativa durante el mes de febrero”, remarcó.
Respecto al tomate, la cebolla y el haba verde, detalló que su variación negativa se explica porque empezó a llegar la producción hacia los mercados y de esa manera se fue controlando y moderando sus precios.
En cuanto al transporte interdepartamental, explicó que su variación negativa se debe a la conclusión del periodo de vacaciones escolares y al retorno a su comportamiento normal durante febrero.
“De esa manera también ha contribuido a tener este dato negativo, que desmiente esos augurios de desestabilidad y proceso inflacionario, más bien ratifica que la economía boliviana mantiene la estabilidad económica, estamos encaminados en ese proceso de reconstrucción y los datos así lo demuestran”, insistió el ministro.
//Agencia Boliviana de Información